Prevención del deterioro cognitivo: ejercicios para el cerebro.

Para mantener en forma el cerebro y frenar el deterioro cognitivo en los enfermos de Alzheimer o con demencia senil tenemos que potenciar la atención, la memoria y el lenguaje. Para ello existen toda una serie de ejercicios y fichas que usan los neurólogos a ese efecto. Sin embargo, a menudo no resultan muy motivantes para los enfermos que se niegan a realizarles.
¿Qué podemos hacer entonces?
Pues poner en marcha un plan cotidiano que les resultará más ameno y potenciará las tres áreas que necesitamos sin casi darse cuenta.
Son cosas muy sencillas pero eficaces.
1- Caminar: Esta demostrado que caminar de forma regular, aparte de todos los beneficios físicos que obviamente supone para la persona, tiene efectos positivos sobre la memoria. Y no hace falta caminar por largos periodos de tiempo.
Las personas que se ejercitan regularmente tienen hipocampos más grandes y saludables. El ejercicio nos ayuda también a concentrarnos y aprender mejor, especialmente cuando envejecemos.
2- Mantener las relaciones sociales: Esas favorecen la llamada “reserva cognitiva” que es la acumulación de experiencias y estimulaciones que recibe nuestra mente y permite a nuestro cerebro tolerar mejor los síntomas de las enfermedades neurodegenerativas.
En una persona socialmente activa se desarrollan más las conexiones neuronales, lo que en cierta medida protege el cerebro frente al desarrollo de patología como la demencia senil o el Alzheimer.
Apunarse a cursillos de manualidades, pintura, clases de gimnasia, reunirse para jugar a cartas, en resumen, juntarse con un grupo de personas con gustos e intereses afines incrementará las relaciones sociales.
3- Las actividades diarias: son una fuente importante de ejercicios que mantienen el cerebro activo y favorecen el incremento de nuestra “reserva cognitiva”.
Cosas tan sencillas y cotidianas como poner la mesa, una lavadora, preparar un menú o hacer la lista de la compra son actividades que mejoran la memoria, la atención y la capacidad perceptiva. Nuestro cerebro funciona como una red y cualquier actividad estimula varias funciones.
Todos esos ejercicios juegan un papel importante a la hora de frenar o mitigar los síntomas del deterioro cognitivo y son vitales para que los enfermos de Alzheimer o demencia senil tengan mejor calidad de vida.