Hablemos del Alzhéimer
Es la forma más común de demencia, afecta a siete de cada diez casos de demencia y altera gravemente la capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias. Por desgracia, no tiene cura.
La enfermedad comienza lentamente.
Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje, con el tiempo, los síntomas empeoran: las personas pueden no reconocer a sus familiares, tener dificultades para hablar, leer o escribir, olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello.
Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa.
Finalmente, necesitan cuidados totales y esto puede ser muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.
Realmente se desconoce la causa del Alzheimer y los principales factores de riesgo frente a la aparición del Alzheimer son la edad (La mayoría de casos aparecen después de los 65 años), ser mujer, tener antecedentes familiares, traumatismo craneal, tabaquismo, síndrome de Down o Diabetes.
No hay ningún tratamiento que cure la enfermedad de Alzheimer o que altere la evolución de la enfermedad en el cerebro. Los medicamentos pueden mejorar temporalmente los síntomas o retardar su progresión. Estos tratamientos pueden ayudar a las personas con enfermedad de Alzheimer a prolongar al máximo sus funciones y a desenvolverse de forma independiente por un tiempo.
Hoy, se trabaja a nivel mundial para encontrar mejores formas de tratar la enfermedad, retrasar su inicio y evitar su desarrollo.
La Alzheimer’s Association ha creado esta lista de señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer:
Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana: Una de las señales más comunes del Alzheimer, especialmente en las etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida.
Dificultad para planificar o resolver problemas: experimentan cambios en su habilidad de desarrollar y seguir un plan o trabajar con números, pueden tener por ejemplo dificultad en seguir una receta conocida o manejar las cuentas mensuales.
Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre: muy a menudo se les hace difícil completar tareas cotidianas.
Desorientación de tiempo o lugar: se les olvidan las fechas, estaciones y el paso del tiempo y es posible que se les olvide a veces dónde están y cómo llegaron allí.
Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en el ambiente: pueden tener dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo cual puede causar problemas para conducir un vehículo.
Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito: pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación, también puede que paren en medio de una conversación sin idea de cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. A veces luchan por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado o llaman las cosas por un nombre incorrecto.
Colocación de objetos fuera de lugar y pérdida de los mismos: suelen colocar cosas fuera de lugar, a menudo las pierden y acusen a los demás de robarles.
Disminución o falta del buen juicio: Por ejemplo, es posible que regalen grandes cantidades de dinero a las personas que venden productos y servicios por teléfono presten menos atención al aseo personal.
Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales: Una persona con la enfermedad de Alzheimer puede empezar a perder la iniciativa para ejercer pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes.
Cambios en el humor o la personalidad: Pueden llegar a ser confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas e incluso enfadarse fácilmente en casa.
Si nota alguno de los 10 signos de advertencia del Alzheimer en usted o en alguna persona conocida, no los ignore. Programe una cita con su médico.